Apoyamos las movilizaciones en contra de la OMC
*Por Secretaría de Relaciones Internacionales
Este Martes 12 se realizará una gran movilización en contra de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio. Decenas de organizaciones del campo popular estarán presentes en la marcha expresando su rechazo a la política de hambre y pobreza que este organismo quiere trae a nuestro país.
A su vez también queremos dar nuestro apoyo a la “Cumbre de los pueblos” organizada en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA del 11 al 13 de Diciembre.
Desde nuestro sector, que representa la democracia en los ámbitos productivos y la autogestión, estamos en favor de la construcción de un mundo diferente, donde la economía este al servicio de las necesidades de las personas y no al servicio de las del capital. Por eso el día 13 de Diciembre, en el marco del Foro de trabajadores y trabajadoras, estaremos organizando la charla-debate “La Economía Social y Popular – ¿Una alternativa a la economía capitalista?”, con el objetivo, no solo de dimensionar nuestra actualidad, sino también de trazar lineas de acción en conjunto con otras organizaciones.
Las empresas recuperadas y autogestivas conocemos cabalmente los peligros que representa el multilateralismo neoliberal ya tenemos un fiel representante de ese proyecto en la Casa Rosada. Si la historia de la OMC y sus reuniones se caracterizan por tener muy pocos espacios, decorativos, para la participación democrática, decorativos, para el Gobierno de Cambiemos incluso esto ya es demasiado. En la antesala de la cumbre de la OMC, se hizo pública la noticia de la deportación de una periodista inglesa que venía de Ecuador y de un representante de una ONG de Noruega. Previamente se había denegado el acceso a unos 64 representantes extranjeros que ni siquiera iniciaron su viaje por habérseles cancelado las acreditaciones que ya tenían asignadas.
Sin embargo, al Gobierno nacional no le bastó con cerrar los canales democráticos, sino que al mismo tiempo militarizó la Ciudad de Buenos Aires, con un operativo de seguridad que representa millones de dólares en gastos para el Estado nacional. Resulta inverosímil ese gasto cuando las ultimas estadísticas marcan que en la Argentina la pobreza no frena su aumento desde el año 2016. Actualmente el 37,3% de la población de nuestro país vive por debajo de la linea de la pobreza, a lo cual el Gobierno no solo hace oídos sordos sino que propone profundizar este camino: “Es importante que sigamos creyendo en este sistema y sus reglas ya que son una garantía de previsibilidad”. Como todos ya sabemos, nunca un camino que empobrece a lxs de abajo puede llevar a un mejor nivel de vida.
Las políticas que este Gobierno aplica van de la mano de la agenda de las grandes potencias y profundiza así las políticas de apertura económica, el aumento de las tarifas y la reducción del mercado interno. Así, estos empresarios devenidos ministros buscan convertir -aun más- a la Argentina en un país que solo produzca vienes agrícolas y que consumo productos importados. Este proyecto de país es el mismo que tuvo la oligarquía desde 1880, solo que ahora llega con aires modernizantes para embellecer su fachada.
Sin lugar a dudas esta nueva posición de nuestro país debilita la construcción conjunta que supieron tener en otros momentos los países menos desarrollados del sur global. Lejos quedaron los acuerdos que buscaban la no competencia entre países del continente, y lo que tenemos ahora es una total sumisión sin críticas a las consecuencias sociales del capitalismo y del neoliberalismo que sigue expandiendo su gran ofensiva del capital sobre el trabajo a escala global.
En esta semana de actividades y de lucha en contra de la agenda neoliberal de la OMC estaremos junto a miles de compañeros y compañeras expresando nuestro repudio a su proyecto de ricos mas ricos y pobres mas pobres, y al mismo tiempo estaremos aportando nuestras experiencias en la construcción de alternativas basadas en la autogestión y en el cooperativismo.
Sabemos que existen alternativas a este camino de destrucción y explotación porque día a día las construimos en nuestras cooperativas y empresas.