Lo que dejó la audiencia pública por el tarifazo en el gas
*Por Hugo Cabrera
Con toda buena voluntad, podemos destacar como positivo que la movilización del viernes obligó a que el gobierno, en su declaración final, prometiera revisar las tarifas de las pymes, y dentro de ellas, a las cooperativas. Lo cierto es que recién cuando presenten el primer informe veremos cuánto nos escucharon a los participantes y los movilizados.
Hay, por otra parte, cuestiones que no se aclararon. Se denunció, por ejemplo, la dolarización de las tarifas, pero sabemos muy bien que nuestros salarios y retiros nunca van a estar al valor internacional del dólar. El gobierno no respondió este punto.
Además, sabemos que el gobierno lo tiene todo armado: el viernes no dejó entrar a todos los inscriptos. Contó también con otra de las patas fuertes del poder neoliberal, las empresas mediáticas, que se ocuparon de invisibilizar la movilización en canales de televisión, radios y diarios.
Lo que debemos hacer ahora es no dejar que la movilización se agote en sí misma. Debería llegar a un plan de lucha que contemple también a la luz y el agua. Debería impedir también el endeudamiento, la caída del consumo interno y del salario real, así como evitar la privatización, por ejemplo, de las AFJP. Hay que luchar también contra la incorporación en la Alianza del Pacífico, con todo lo que esto significa.
Para eso hace falta que los trabajadores asalariados y los autogestionados debemos terminar de acomodar las piezas.